viernes, 7 de junio de 2013

Volar y, ya ves, ¡despierto como me acosté!

Que mi cama está hecha donde no hay ventanas
donde las miradas tienen ganas
donde hay lunas de tela
y un sol navajero de noches en vela
donde llevo el olvido a soltar la melena
donde nunca pienso si me quieres.

lunes, 3 de junio de 2013

My diary's pages are full of thee.

Se marchó con la sencillez de querer dejarlo todo atrás. En su maleta no había fotos, ni libros aplastando flores secas, ni siquiera una vieja carta de amor con el perfume de alguna silueta borrosa. En aquella maleta sólo había ropa y un cargador de móvil. Al fin y al cabo, cuando llegara, tenía que avisar a todos de que estaba viva y bien. Pero sólo cuando llegara.

¿Y quién sabe, a fin de cuentas, cuándo llegar, cómo llegar, y lo más importante, hasta dónde hay que llegar? Ella tampoco lo sabía. Pero confiaba en que la señal aparecería, tarde o temprano, para indicarle que su viaje había finalizado.

Decidió una vez más que la forma era escribir. No era la manera de solucionarlo, pero era un buen comienzo para poner sus ideas en orden; y, al menos, al releer, en algún milagroso momento encontraría los avances que tanto ansiaba alcanzar. Dando por zanjada esta cuestión, dejó atrás su vieja libreta y se hizo con unos cuantos folios en blanco, que plegó concienzudamente y guardó en su bolsillo. Cada hoja sería una historia suelta, un momento al azar. Nada de hilar cronológicamente. Suficiente coherencia ficticia.

Pasaron minutos, días, semanas, meses, y el buzón de voz siempre seguía apareciendo cada vez que alguien la llamaba. Ella estaba aquí y allá; unas veces, en una playa tranquila; otras, en cualquier terraza con un buen café sobre la mesa. El denominador común: una hoja de papel llena de más impresiones que ideas.

Lo cierto es que las ideas escaseaban, poco había que añadir después de pasar la mitad de su vida haciendo uso del método de ensayo y error. Le costó gran parte de ella comprender que no puedes esperar resultados distintos de un mismo modus operandi. Asumido este hecho, trató inútilmente de ir apretando cada vez una tuerca distinta, pero la máquina nunca se disponía a funcionar. Y así pasó mucho más tiempo del que le llevó su viaje, hasta que acabó por aceptar -un día como cualquier otro, sin necesidad de artificios ni grandes casualidades- que la máquina estaba rota, y que ella lo estaba aun más.

Éste fue el día en que reparó en que algo en su vida -como entidad absolutamente abstracta- debía cambiar. Y la abstracción del problema era su mayor preocupación: ¿Debía partir de la raíz? ¿De su empecinamiento en hacer funcionar esas tuercas? ¿O más bien se trataba de comenzar a desatar el lío por los nudos del final? Cuando la magnitud del problema alcanzó niveles más que inabarcables para cualquier mente humana, cuando la ausencia de una mínima respuesta por la cual empezar se hizo latente, en ese preciso instante, debió encendérsele la bombilla interior. Sería algo así como eso que la gente llama "encontrarse a uno mismo".

Y así siguieron pasando meses, y poco a poco empezaba a prestarle más atención a la textura de la arena y el sabor de ese café que a las líneas que con la misma progresión dejaban de fluir. No hubo palabras que marcaran un cambio interior, no hubo silencios que pronosticaran finales. No hubo nada, excepto esa misma nada. Y esa nada fue la que propulsó su salto hacia el vacío. Todo en lo que creía se había desmoronado; sus propósitos se habían reducido a pasado; incluso las pesadillas, que sí seguían existiendo, pasaron a existir sólo en sueños. Hasta que un día se encontró con que en su mesa sólo había un folio en blanco y un café. Y quizá porque el café lo hizo ella misma, lo quemó sin querer, y estaba tan, tan, malo (no os podéis ni imaginar lo malo que estaba), reparó en el folio y no en disfrutar de la bebida. El folio estaba vacío, como ella.

Pero no era un vacío como el que te deja la pérdida. Más bien olía a nuevo, como los libros a estrenar y el barniz en la ventana al arreglar tu casa de campo para hacerla habitable. Olía a historias por empezar. Y el olor de esa historia vieja de la que ya estaba cansada de hablar se perdió en el pasado, con esas fotos, esas flores secas, y el perfume de esa vieja carta de amor.

Empezó a escribir después de enchufar el móvil a su cargador.

jueves, 9 de mayo de 2013

miércoles, 1 de mayo de 2013

Billy el pistolero.

...cerraba el pasado
dentro de una papelina
donde soñar es tan caro
como barata es la luz del día.

Siempre decía gritando al cielo que algún día sería tan niño como fue Billy el pistolero.

viernes, 19 de abril de 2013

Isn´t that the way?

¿Qué se dice cuando no quedan palabras ni sintaxis posible capaz de reformular expresiones de forma que suenen acertadas, convincentes, innovadoras? ¿Qué se dice entonces?


Todo suena a ya leído, ya vivido, ya escuchado. Estamos hartos de buscar esa frase, y cuando parece que está ahí, que la has encontrado, miles de personas hacen uso de ella por todas partes. Y no descubres, porque ya lo sabes, sino que admites que nunca te representó. Porque cuando deja de ser el hecho lo que importa, nos quedan las circunstancias.

Y eso es lo que convierte a un escritor en bueno, las circunstancias, la novedad de la situación, las descripciones detalladas que todos odiamos tanto leer, y que sin ellas, a la vez, no podríamos entender nada. Las descripciones que nunca fluyeron al escribir, y que sin ellas, a la vez, no podríais entender nada. Y están, están aquí dentro. Pero con eso no basta.

Sin embargo, recalco: los hechos son siempre los mismos, lo diferente es el contexto. Por eso es tan divertido contradecir a alguien que sólo intenta ayudarte. "Sé exactamente cómo te sientes". "Eso también me ha pasado a mí". Pero qué vas a saber tú. Y sigue siendo eso, las circunstancias, lo que hace todo distinto, y lo que nos convierte en incapaces de expresar algo, porque todo lo que no sea vivirlo va a ser un resumen al que siempre le falte una pieza.

Esta noche ni lo intento, no os puedo resumir nada que no hayáis escuchado antes. Pero sí que os puedo decir que no hay nada tan agradable en situaciones como estas que sentir que hay alguien, que sin saber quién es ni dónde pueda estar, seguramente estará en algún sitio preguntándose las mismas cosas que tú, y haciendo el mismo puto esfuerzo por dormirse cada noche, pero capaz de despertarse con un interior caótico y un exterior todo lleno de sonrisas para regalarnos a todos.

Doy gracias por cada una de las sonrisas que nos hacen los días más llevables. Y esta noche doy gracias a Rubén porque ha sido él quien me ha hecho capaz de volver a comenzar con un blog al que se le pronosticaban sólo letras de canciones ajenas y poca imaginación.

Porque todos, y a pesar de todo, podemos levantarnos y decir:

MIRAD, AQUÍ SIGO.

¡¡Buenas noches!! : DDDD

Everytime that I look in the mirror
all these lines on my face are getting clearer
the past is gone... it went by like dust to dawn
 isn´t that the way? 
everybody´s got their dues in life to pay

I know nobody knows where it comes and where it goes
I know it´s everybody's sin: you gotta lose to know how to win

Half my life´s in book´s written pages
lived and learned from fools and from sages 
you know it´s true
all the things come back to you

SING WITH ME
SING FOR THE YEARS
SING FOR THE LAUGHTER
AND SING FOR THE TEARS

http://www.youtube.com/watch?v=hHRNSeuvzlM  
 

viernes, 12 de abril de 2013

The way.

¿Qué es un hombre si lo único bueno que hace en su vida es dormir y comer? Una bestia. Nada más. Sin duda, quien nos creó con este gran raciocinio que ve el antes y el después no nos otorgó tal capacidad, tan divina facultad, para que se pudriera por no usarla.

Ahora, ya sea por olvido animal o por algún escrúpulo cobarde al pensar en los posibles efectos, un pensamiento que de cuatro tiene una parte de sabiduría por tres partes de cobardía, desconozco por completo por qué aún vivo para decir "hay que hacer esto", ya que tengo causa, voluntad, fuerza, y medios para hacerlo.


Hamlet (adaptación cinematográfica de Kenneth Branagh)

lunes, 8 de abril de 2013

Phoenix-Eyed

I woke up with the rooster
played loud and drove ´em insane

I won´t trade my mind for some other life
I rather be dead than being so lame
It´s better to burn than to fade away